Todos hablamos sobre el final del año y el inicio del próximo...es algo recurrente y previsible al igual que todo de lo que se habla en el mundo real y el virtual; así que lo verdaderamente importante no es lo que digamos, sino como lo digamos y claro está...en mayor medida, lo que después hagamos al respecto.
Cuando empieza un año (aunque en realidad pase solo un segundo del actual al siguiente y muchas veces ni siquiera seamos conscientes del cambio por andar ocupados entre abrazos, brindis y recuerdos nostálgicos) tenemos la increíble oportunidad de ser una mejor versión de nosotros mismos. Tenemos la oportunidad de inventariar las alegrías, las tristezas, nuestras faltas, nuestros aciertos y nuestros sueños inconclusos. Tenemos la oportunidad de cerrar círculos que corrompen la carne y el espíritu, de regresar el valor a lo importante como personas y por supuesto, tenemos la oportunidad de renovar la esperanza como si le diéramos la vuelta a un inmenso reloj de arena.
Dice Oscar Wilde que "lo menos frecuente en este mundo es vivir, la mayoría de la gente existe y eso es todo". Así que al finalizar un año podemos hacernos el firme propósito de no solo existir en el siguiente sino de aferrarnos a todos nuestros sueños poniendo todo el empeño y todo el esfuerzo por vivir; porque vivir -en la connotación de Wilde-, tampoco es fácil, se requiere de determinación y perseverancia así como de aprender de los errores e ignorar las opiniones adversas o contrarias a nuestra particular forma de ver el mundo.
De tal suerte que no deseo lo tradicional para ti ni para mí. Deseo en cambio que sepas que hacer con las noticias malas inesperadas, que cuentes con un amigo cuando quieras celebrar tu propia felicidad, que aprendas a escuchar a quien necesita ser escuchado, que no te amargue la cotidianidad, que identifiques tus sueños y que aprendas a administrarlos, deseo que tengas un propósito y un significado, que sepas adaptarte a cualquier terreno, que no escondas tus raíces sino que las hagas visibles para luego presumir hasta donde llegan tus ramas, que tu sonrisa pueda adivinarse primero en tus ojos, que te aferres a tu plan de vida, que te sientas atraído hacia la justicia, que no acumules mal karma, que siempre puedas mostrarte tal cual eres, que te desempolves de nostalgia, que llores hasta saciarte, que rías hasta renovarte, que sin importar lo cansado que puedas estar tengas aliento para dar el siguiente paso, que puedas ver a los ojos a los tuyos y sonreír al mismo tiempo, que no renuncies, que no te rindas...que no pierdas la fé. Deseo que este 2013...vivas más que nunca.
Un abrazo